Nada se resuelve en Invernalia
Mucho se ha escrito, y de todos los colores, sobre la entrevista de Jordi Évole a Inés Arrimadas y Marta Rovira en Salvados. Incluyendo el dato de que no se dieran la mano al finalizar la entrevista.
Lo más significativo para mí, sin embargo, fue que admitieran ambas que en los cinco años de trabajar en la misma institución (el Parlament de Catalunya) y (supuestamente) para el mismo objetivo (los intereses de los catalanes) no hubieran encontrado la necesidad, la ocasión y el tiempo de tomarse juntas un café.
Sabemos que militan en partidos distintos. Así y todo, quisiera pensar que más allá de la confrontación partidista podrían ponerse de acuerdo en encontrar e impulsar conjuntamente algo que fuera del interés común de los catalanes a los que en conjunto representa el Parlament. El tipo de cosas que se exploran en una comunicación informal; tomando un café juntas, por ejemplo.
Sólo se me ocurren dos explicaciones de que no haya ocurrido algo tan sencillo como eso, el simple hecho de tratar de encontrarse en algo que no sea una confrontación.
(A) No tienen ningún interés en encontrar ningún punto de colaboración para abordar intereses comunes de los catalanes.
(B) Les podría interesar, pero no saben cómo abordar una negociación que condujera a algún tipo de acuerdo, aunque fuera de mínimos.
Prefiero pensar que la primera explicación es inverosímil. Que a ambas políticas les mueve ante todo servir al interés común de los ciudadanos. Por si fuera la segunda, ahora que se habla tanto de diálogo, les recordaría a ambas algunos de los principios básicos de una buena negociación:
- Separar los problemas de las personas.
- Centrarse en intereses, no en posiciones.
- Buscar opciones en beneficio mutuo (siempre las hay).
Ojalá estén el algún momento dispuestas a ponerlos en práctica. O a pedir ayuda para aprender a hacerlo. Mejor pronto que tarde. Porque los problemas no se resuelven en Invernalia. Sólo se congelan.